lunes, 6 de junio de 2011

Desde Colombia (V): Un mes de Mayo en el Caribe

Pues sí, me pasé todo el mes de mayo en el Caribe, y no vi mucha playa que digamos, y ello fue debido a 2 acompañamientos:

05 - 10 de Mayo, Plato y Chivolo, Región de Magdalena

El acompañamiento empezó el día 5 que nos fuimos (Nick y yo) hacia la región de Magdalena, al norte de Colombia, cerca de la turística Santa Marta. Concretamente fuimos al municipio de Chivolo y veredas colindantes. En esta región se está poniendo en marcha el plan piloto de la nueva ley de víctimas y por ende se ha iniciado un cuestionado proceso de restitución de tierras, el cual no cuenta con las garantías suficientes para que se lleve a cabo.
Como el proceso no está siendo un proceso seguro, requirieron nuestra presencia algunos campesinos de la zona dada la situación de incertidumbre que se vive.

Fue un viaje increíblemente largo y batimos todos los récords; casi 23 horas seguidas de autobús hasta llegar al municipio de Plato, cercano al de Chivolo. Vi como 4 películas seguidas, a cual peor, sólo destacando una que se llamaba "The Gods must be crazy" sobre una tribu indígena africana bastante pasable.
Evidentemente llegamos tarde y nuestro referente nos consiguió un hotel para descansar y salir pronto al día siguiente.

Para llegar a las veredas de los campesinos nos adentramos en las llanuras tropicales características de la región del Caribe, caracterizadas por una mezcla entre vegetación húmeda, seca, sabana... Difícil de definir pero muy espectacular.
Los días se sucedieron sin muchas sorpresas, pues estuvimos asistiendo a reuniones y hablando con campesinos para informarles de los procesos que se estaban llevando a cabo sobre las restituciones.
Los atardeceres en aquella parte del país eran realmente espectaculares, siempre había presencia de nubes y el Sol se enrojecía hasta desaparecer en el horizonte, dejando un paisaje realmente precioso.
Como destacable también es que realizé una entrevista a nuestro referente muy interesante y pude poner en práctica mis dotes como periodista, las cuales se notaba que no había trabajado mucho, aunque el resultado creo que no fue del todo malo, pues el entrevistado nos dió mucha información interesante.

El acompañamiento se alargó para acompañar de vuelta a Bogotá a unos de los campesinos, aunque debido a una mala gestión, finalmente tuvieron que bajar solos y nosotros quedarnos un día más, porque no hubieron plazas para todos en el autobús. No fue del todo mal pues nos quedamos una noche más en el hotel y pudimos descansar tranquilamente.
La vuelta fue dura nuevamente, y volvimos a estar alrededor de 20 horas metidos en un autobús.

Algunas fotos:






16- 31 de Mayo, Sincelejo y Ovejas, Región de Sucre

Mi segundo viaje a Sucre fue bastante completo y movido. Como os podéis imaginar el viaje fue nuevamente largo (aunque no tanto como otras veces). Primeramente nos dirigimos a una finca a conmemorar el asesinato de un campesino, Rogelio Martínez, asesinado violentamente hace un año a manos de paramilitares.
Fue una conmemoración muy emotiva que reunió a varias organizaciones de derechos humanos, gente de la Teología de la Liberación, como también a campesinos y familiares.
Después de este acto, volvimos para Sincelejo y de allí cogimos un taxi para el municipio de Ovejas. Ovejas merece una especial mención, pues posiblemente tiene el Ayuntamiento más ruinoso que he visto en mi vida, pero aún y así, le encontré mucho encanto, pues me pareció un sitio muy auténtico.
De allí fuimos hacia los Montes de María, a una finca llamada "La Europa", en donde los campesinos habían iniciado un proceso de retorno a sus tierras, después de que fueran desplazados por el periodo de la violencia durante los 90. Pero este retorno no está siendo fácil, pues una empresa llamada "Arepas Don Juan" que hace básicamente arepas (tortas de maíz) les ha invadido la finca literalmente y ha empezado a plantar maíz a diestro y siniestro, privando a los campesinos que allí viven de que puedan cultivar sus alimentos.
Para ello nos enseñaron la finca en un par de excursiones bastante largas. Nos llevaron a caminar por senderos varios, para ver el impacto de la invasión, y también para ver lo rica y bonita que es la finca y poder saludar a las familias que allí viven.
La verdad es que la finca era muy grande, y te podías perder en ella, pues tenía varias montañas, ríos, caminos y demás.

Nos acomodamos en uno de los ranchos de la finca. Aquellos días se caracterizaron por dormir en hamaca con mosquitera, ya que habían bastante mosquitos (sobretodo al anochecer), por los cantos de los gallos, pavos, gallinas y demás animales, por el irnos a dormir pronto (como a eso de las 8 de la tarde) y por la rutina en la comida, compuesta por yuca, platano y arroz, con algunos días carne o huevo. Eso se comía tres veces al día y en grandes cantidades, lo que repercutió seriamente en mi estómago, con lo que una semana después de estar con esa dieta, el simple hecho de escuchar la palabra yuca, me hacía venir arcadas literalmente.

A modo de comentario freak, me enamoré de una cerdita llamada "Pacha", la cual actuaba más como perra que como cerda, cosa que resultaba muy graciosa, debido a que no tenía madre y se había criado con los perros. Incluso se íba a cazar.

Con el paso de los días fuimos a varias reuniones, realizamos una audiencia en el Ayuntamiento para que se pusieran las pilas con el problema que tiene la finca con la empresa de arepas, y finalmente, nos reunimos con el Gobernador de Sucre, el cual vino a la finca para comprometerse con los campesinos para que recuperaran la finca en su totalidad.
En verdad el Gobernador tenía un discurso muy populista y oportunista, pero almenos se consiguió que el caso se visibilizara y se movieran algunas fichas.

Una semana después pusimos fin al acompañamiento en la finca y volvimos para Sincelejo, allí asistimos a un juicio (el primero al que he asistido en mi vida) por el asesinato de otro campesino, y pude comprobar lo mal que está también la justicia en Colombia, pues por varias cosas se pospuso el juicio para otro día.

Visto esto, finalizamos el acompañamiento totalmente y decidimos descansar y pasar un día en la playa, ya que tanto estar en el Caribe y todavía no había visto el mar.

Fuimos a Tolú, a unos 40 km al norte de Sincelejo, pueblo conocido por ser uno de los primeros que pisaron los conquistadores españoles a su llegada a las costas colombianas y por ende es uno de los más antiguos de Colombia.

Haré otro artículo sobre Tolú, ya que me suscitó varias reflexiones. Después de Tolú, volvimos a Sincelejo, nos despedimos de alguna gente de allí y volvimos a Bogotá poniendo fin al acompañamiento más largo que he realizado.

Algunas fotos del acompañamiento:




2 comentarios:

  1. Hola David,

    quería comentarte que ya he escrito sobre el movimiento de los indignados y quería invitarte a leerlo. Podrás ver que te he citado un par de veces.

    He publicado el artículo en Kaos en la red y en mi blog.

    http://www.kaosenlared.net/noticia/nuevo-diseno-social-ya

    http://queimportablog.blogspot.com/2011/06/la-indignacion-toma-las-plazas.html?showComment=1307569050893

    Aitor

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  2. Buenas Aitor, agradezco que me citaras en tu artículo. Me lo leo y te comento. Un abrazo!

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