Tuve una primera toma de contacto el día 6 en un pequeño acto organizado por el MOVICE (Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado) que sería la antesala al encuentro nacional previsto para los días 10,11 y 12 de Marzo.
El MOVICE es un movimiento que aglutina a la gran masa de afectados por el conflicto armado Colombiano y por ende de la violencia del Estado contra la sociedad civil. Estamos hablando de un país que lleva más de 40 años en conflicto permanente, y que cuenta con más de 3 millones de desplazados, siendo uno de los países más violentos del mundo (De media mueren 1500 personas por homicidio anualmente por el conflicto). En este aspecto el movimiento tiene la creencia firme de que buena parte de los crímenes cometidos contra el movimiento social y popular en Colombia obedecen a una estrategia social, política, económica, e ideológica promovida por el Estado colombiano y sus agentes o permitida por este, e implementada por grupos paramilitares, en favor de intereses particulares ligados a las clases dominantes y empresas transnacionales.
Así nos desplazamos el día 10 al acto inaugural en un Centro Social del YMCA, el cual duraría prácticamente todo el día. Este acto se basó en la denuncia política de la nueva Ley de Víctimas y de Devolución de Tierras, promovida por el gobierno Santos, la cual no satisface a las víctimas y que responde exclusivamente a intereses del capital transnacional más que a la reparación y dignificación de las víctimas. Esa conclusión se extrayó después de varias intervenciones políticas, tanto de movimientos sociales y políticos como representantes del Gobierno, dando pie a momentos de tensión e incluso de desconcierto.
Brevemente, esta nueva Ley, que se ha presentado como si fuera una Ley de post-conflicto, cuando el conflicto no ha acabado, pretende devolver tierras a aquellos que fueron despojados por culpa del conflicto, ya sea por paramilitares, narcotraficantes o otros actores. No obstante, si se analiza fríamente tenemos una ley que más que querer devolver tierras lo que pretende es que aquel que tenga dinero pueda hacerse con ellas, ya que una de las máximas de la ley es "El gobierno pretende recuperar 2 millones de hectáreas de tierras, para patrimonio negociable en el mercado formal" por lo tanto, si no se dan las condiciones para que una familia que recupere sus tierras pueda mantenerla (cosa que no ha hecho el Gobierno), se verá en la obligación de venderla. Evidentemente hay muchos otros aspectos criticables, pero este es uno de los más indignantes, ya que se deja a la borágine capitalista el destino de las tierras.
Al día siguiente, después de un trabajo matinal en comisiones, se realizó el gran acto del encuentro, una manifestación por Bogotá hasta el Palacio de Justicia para presentar una propuesta de modificación de Ley 1424 de 29 de Diciembre de 2010, para que haya una verdadera reparación, verdad y justicia para la sociedad colombiana.
Así nos desplazamos el día 10 al acto inaugural en un Centro Social del YMCA, el cual duraría prácticamente todo el día. Este acto se basó en la denuncia política de la nueva Ley de Víctimas y de Devolución de Tierras, promovida por el gobierno Santos, la cual no satisface a las víctimas y que responde exclusivamente a intereses del capital transnacional más que a la reparación y dignificación de las víctimas. Esa conclusión se extrayó después de varias intervenciones políticas, tanto de movimientos sociales y políticos como representantes del Gobierno, dando pie a momentos de tensión e incluso de desconcierto.
Brevemente, esta nueva Ley, que se ha presentado como si fuera una Ley de post-conflicto, cuando el conflicto no ha acabado, pretende devolver tierras a aquellos que fueron despojados por culpa del conflicto, ya sea por paramilitares, narcotraficantes o otros actores. No obstante, si se analiza fríamente tenemos una ley que más que querer devolver tierras lo que pretende es que aquel que tenga dinero pueda hacerse con ellas, ya que una de las máximas de la ley es "El gobierno pretende recuperar 2 millones de hectáreas de tierras, para patrimonio negociable en el mercado formal" por lo tanto, si no se dan las condiciones para que una familia que recupere sus tierras pueda mantenerla (cosa que no ha hecho el Gobierno), se verá en la obligación de venderla. Evidentemente hay muchos otros aspectos criticables, pero este es uno de los más indignantes, ya que se deja a la borágine capitalista el destino de las tierras.
Al día siguiente, después de un trabajo matinal en comisiones, se realizó el gran acto del encuentro, una manifestación por Bogotá hasta el Palacio de Justicia para presentar una propuesta de modificación de Ley 1424 de 29 de Diciembre de 2010, para que haya una verdadera reparación, verdad y justicia para la sociedad colombiana.
Nosotros nos dedicamos a acompañar la marcha y a dar presencia internacional, como también verificar que no hubieran incidentes con la policía o con actores sospechosos haciendo fotos y demás, aunque la verdad a excepción de un pequeño conflicto con un fotógrafo, la marcha se realizó sin ningún problema. Eso sí bajo un dispositivo policial que me pareció excesivo, habiendo policías armados acompañando la marcha por los alrededores de la misma.
El día 12 hubieron actos por la mañana en el mismo Centro Social de la otra vez y se puso fin a los 3 días intensos, haciendo la declaración pública de las conclusiones finales.
Para ser una primera toma de contacto, no estuvo nada mal, y pude conocer de cerca este Movimiento y empaparme de la realidad actual de la sociedad colombiana y el impacto del continuísmo Uribista encarnado en la figura del actual presidente Juan Manuel Santos.
Que no pare la lucha.
Fotos de la marcha:
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