martes, 12 de abril de 2011

Desde Colombia (II): Acompañamiento región de Sucre (Sincelejo, San Onofre 25/03/2011- 01/04/2011)

Acompañamiento realizado en la región de Sucre, al norte del país, cerca del Mar Caribe.
Llegamos el día 26 sobre las 4 de la tarde a Sincelejo después de un larguísimo viaje de 19 horas en un autocar que sólo paró por la mañana temprano para desayunar y comer todo de una. Viaje duro en el que tuve el "honor" de visionar dos patéticas películas, una llamada "The Death Race" serie B bastante pasada de rosca, pero que nos amenizó el viaje sobretodo por las carcajadas que producía y "Taken" con un Liam Nesson al más puro estilo MacGyver y casi sin despeinarse. Todo ello por las magníficas carreteras colombianas famosas por sus baches, sus curvas y sus retenciones.

Sincelejo es la capital de Sucre, y al estar cerca del Caribe y a baja altura, las temperaturas rondan siempre los 35 y 40 grados. El cambio con Bogotá resultó espectacular. Esos días nos quedamos a dormir en la casa de la organización ASVIDAS, una ONG que trabaja en la zona.

Este acompañamiento se hizo necesario dada la situación de inestabilidad que vive la región de Sucre y sobretodo por el asesinato de Eder Verbel el 23 de Marzo, miembro del MOVICE de Sucre.
Contáctamos con representantes del MOVICE de Derechos Humanos, para que nos pusieran al corriente de lo ocurrido en la región y empezar con el acompañamiento.
El primer día tuvimos una reunión de la organización ASOTRACDES y el día siguiente viajamos a San Onofre, un pequeño pueblo a 60 km al norte de Sincelejo y residencia de la familia Verbel. Conocimos a la familia de la víctima y acompañamos a los miembros del MOVICE en todos sus trámites en relación a la denuncia que había que interponer por el asesinato de Eder, asistimos a una reunión en la Alcaldía con representantes de la misma y de la Policía y acompañamos a los testigos del asesinato a la fiscalía a declarar.


La verdad es que lo más indignante fue que la propia Policía y el Ayuntamiento no reconocían que fuera un conflicto por la tierra, es decir, negaban que Eder hubiera sido asesinado por algún paramilitar a sueldo de algún terrateniente, sinó que podía ser un ajuste de cuentas o algun lío amoroso.
La familia Verbel es víctima de un conflicto por sus tierras, las cuales quieren arrebatarles y que ya se ha cobrado la vida de 2 familiares, Guillermo (asesinado 1 año antes) y Eder.
Estos días se sucedieron así, aunque allí no sólo los Verbel tienen conflicto por la tierra, muchas más fincas se ven atacadas y amenazadas por paramilitares a sueldo.


Así el 30 de Marzo, cambiando de dinámica, nos fuimos a una finca llamada "La Alemania", a las afueras de San Onofre, en medio del campo, para acompañar a la familia que allí vive, que también es víctima de amenazas y asesinatos.
El paisaje era espectacular, muy tranquilo, tuvimos que llegar en moto y aun así hacer un trozo a pie porque había mucho barro.


Nos recibió la familia, muy amable y hospitalaria, nos cedieron una habitación para colocar las hamacas y nos ofrecieron la cena.
Hace un año, tuvieron que sufrir el asesinato de Martínez Mercado, miembro también del MOVICE, a manos de paramilitares, desde entonces, una patrulla militar custodia las cercanías de la finca, aunque ello no era ni una garantía ni símbolo de tranquilidad.
Estuvimos allí 2 noches, entre cantos de sapos, grillos y destellos de luciérnagas. La vida en la finca era muy tranquila, se despertaban pronto por la mañana, hacían el desayuno, separaban los granos de las mazorcas de maíz con técnicas tradicionales, se bañaban en el estanque cercano, comían... Todo de alguna manera te alejaba del conflicto, del miedo, te traía paz, como una especie de oasis dentro un desierto de muertes e injusticias.


Estuvimos allí hasta el día 1, día en que tuvimos que bajar a San Onofre a acompañar a miembros de la familia a realizar unos trámites en la Alcaldía. Conocimos también a una periodista francesa que estaba realizando un reportaje en la zona. Hizo mucho calor, pero como anécdota en la Alcaldía, esperando, nos ofrecieron un vaso de avena buenísimo.
Ese día nos despedimos de los Verbel y volvimos a Sincelejo en un pequeño bus. Pusimos fin al acompañamiento y nos despedimos, ya que ese mismo día teníamos que ir a otra región a acompañar a otra organización.

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